Cuando sereno y relajado, el practicante contempla con atención en la profundidad de su introspección, va descubriendo dentro de sí una dimensión reveladora de imágenes, ideas, sentimientos, emociones, recuerdos y sonidos, que se entremezclan creando una ruidosa convivencia.
Lograr el silencio interior y alejarse por momentos de la ignorancia es aquietar este estrépito mental para comprobar que se puede estar en un estado de paz libre, puro, silencioso...
En ese indescriptible silencio se manifiesta la intuición, el conocimiento,la sabiduría sin palabras, la luz, el sonido...
en esa calma silenciosa, tú vas descubriendo tu autentica personalidad y los valores ciertos de la vida.
Todas las formas externas no son más que expresiones del silencio creador que transforma a quien se sumerge en él...
Despojarte, poco a poco, del incesante movimiento de tus limitaciones y ser testigo del silencio sin forma, es recibir, de alguna manera,una forma de enseñanza de tu Maestro interior.
Es en el silencio de sus deseos donde cada persona se comunica con su Luz...
Así, el silencio hay que vivirlo con atención, contemplando con amor a Quien se encuentra más allá de las palabras y formas ilusorias.
Foto:Barbara.
