domingo, 1 de diciembre de 2013

Cuando abandonamos el egoísmo



Esa tarde habíamos quedado, el Carmelita Descalzo y quien esto escribe, en la puerta de la Iglesia del Desierto de las Batuecas. Íbamos a dar un paseo por las ermitas cercanas al Monasterio.
Mientras andábamos por el camino de tierra pude observar que el Carmelita iba enfrascado en un silencio profundo.
Se detuvo. Me miró. Y me comunicó una reflexión, que después de años, la comunico a todos los amigos:
¿Qué impulsa al ser humano ser como es?
¿Confusión? ¿Egoísmo? ¿Irracionalidad?
(Con la imaginación veo contenedores de basura destrozados, niños que lloran…)
¿Qué nos confunde?
¿Quienes somos?
Acaso… ¿hay bondad?
¿Hay amor y comprensión? 
¡SI, SI y SI…!- se responde el Carmelita a sí mismo disipando cualquier duda-. Hay bondad, amor y comprensión. Cuando abandonamos el egoísmo somos grandes.
Somos sagrados.
Me tomó del brazo y seguimos andando. No hubo más palabras.
Ilustración: Abandona el egoísmo (sergio)
What drives humans to be like this?
Confusing? Selfishness? Irrationality?
(With imagination I see broken garbage containers, children crying ...)
What confuses us?
Who are we?
Perhaps ... there is goodness?
Is there love and understanding?
YES, YES and YES ... - is answered himself dispelling any doubt-. There is goodness, love and understanding. When we abandon selfishness is big.
We are sacred.