El comportamiento humano precisa
del orden y de los principios.
Así lo comentaban los maestros
contemplativos del siglo XV.
El orden proporciona calma y
moderación. Una mente ordenada favorece el pensamiento creativo y una meditación-
oración acorde a su importancia.
Confucio, célebre educador chino,
indicaba el uso de la razón y la meditación silenciosa como un sendero para
despertar la visión intuitiva.
Vahaniasa, maestro Indio conocido
por su sabiduría, afirmaba la benevolencia de una mente ordenada y los
principios honorables que rigen la misma.
F. Balbuena nos cuenta una historia. ¿Os animáis a imaginarla?
“Yo, Fraile Balbuena, tengo
presente un momento de mi larga vida que rememoro una y otra vez. Fue un día de
otoño, cuando los Hermanos y yo nos dispusimos dar un paseo matinal por el
hermoso entorno que rodea el Monasterio. Caminábamos y contemplábamos en
silencio. Cuando llegamos al final del
sendero, desde el acantilado, pudimos disfrutar de un paisaje bello. El viento
movía las hojas de los árboles, el río transportaba agua cristalina, el sol iluminaba
nuestra huella, el cielo era como creo que ha de ser el paraíso, amplio, grande
y eterno.
No puedo decir que detuvo nuestro
caminar.
De pronto, el aire y el tiempo dejaron
de existir.
Una poderosa luz iluminó el lugar.
Cada planta, cada animal, cada
piedra se tornaron sagrados.
Un orden invisible estaba ahí,
dentro y fuera de nosotros.
Me sentí sobrecogido.
El lugar en el cual nos hallábamos
los Hermanos y yo era diferente. Se respiraba paz, nos sentíamos armonizados con la Naturaleza.
Las campanas del Monasterio nos
alejaron de nuestro estado venerable.
Al mediodía, después de la comida
intenté escribir esa sensación de orden celestial que los Hermanos y yo pudimos
sentir.
No pude escribir nada en ese
momento ni después. No sé expresar con la escritura lo que aprecié.
¿Habrá sido lo que mis mayores
denominan ORDEN DIVINO?
No lo sé.
Como religioso creo haber tocado
por un instante el cielo”.
ILUSTRACIÓN: Tres líneas(sergio).
ILUSTRACIÓN: Tres líneas(sergio).