La persona que ora sabe que ha de callar y escuchar las indicaciones que vienen de su interior. La oración, ya lo decía nuestro Santo Padre(San Juan de la Cruz) no es comprensible para aquellas personas que creen saberlo todo. La humildad abre las puertas de esa oscuridad que observa cuando cierra los ojos. Y, casi por sí misma, la negrura va dejando paso a la Luz. Lo sobrenatural se mezcla con lo humano.
Y lo humano se transmuta en lo Superior.
Ilustración: Transmutación (sergio).