Ilustración: sergio. |
Muchas personas nos detenemos ante una raya
horizontal que impide que nuestra cotidianeidad tenga un sentido más profundo y
trascendente.
La tibieza de lo superficial
borronea la proyección creadora, límite divisorio entre lo grande y lo pequeño.
Cuantas veces esta línea que
limita empequeñece la grandeza que cada persona tiene dentro de sí. Cuantas
veces…
Principio contemplativo:
Imagino que estoy en una playa muy grande. Estoy de pie, brazos y manos abiertos. Delante de mí, arena de playa y una línea que la divide en dos mitades ________ La mitad que ocupo representa mis agitados pensamientos, mis temores. La otra mitad, frente a mí, el silencio trascendente. Reposo unos instantes. Por fin, con mi pie izquierdo, borro en la arena, la línea imaginaria que detuvo mi caminar. Una vez borrada la línea imaginaria, doy 2 pasos hacia delante. Mi mente se silencia, mis sentimientos se abren a lo amplio. Mis manos expresan la serenidad que me produce la acción de haber borrado de la arena la línea imaginaria que limitaba mi camino hacia adelante. Me purifico, limpio mi interioridad. Pasados unos instantes, finalizo este principio contemplativo.