sábado, 1 de diciembre de 2012

Orden y principio



 El comportamiento humano precisa del orden y de los principios.
Así lo comentaban los maestros contemplativos del siglo XV.
El orden proporciona calma y moderación. Una mente ordenada favorece el pensamiento creativo y una meditación- oración acorde a su importancia.
Confucio, célebre educador chino, indicaba el uso de la razón y la meditación silenciosa como un sendero para despertar la visión intuitiva.
Vahaniasa, maestro Indio conocido por su sabiduría, afirmaba la benevolencia de una mente ordenada y los principios honorables que rigen la misma.

F. Balbuena nos cuenta una historia. ¿Os animáis a imaginarla?
“Yo, Fraile Balbuena, tengo presente un momento de mi larga vida que rememoro una y otra vez. Fue un día de otoño, cuando los Hermanos y yo nos dispusimos dar un paseo matinal por el hermoso entorno que rodea el Monasterio. Caminábamos y contemplábamos en silencio. Cuando llegamos al  final del sendero, desde el acantilado, pudimos disfrutar de un paisaje bello. El viento movía las hojas de los árboles, el río transportaba agua cristalina, el sol iluminaba nuestra huella, el cielo era como creo que ha de ser el paraíso, amplio, grande y eterno.
No puedo decir que detuvo nuestro caminar.
De pronto, el aire y el tiempo dejaron de existir.
Una poderosa luz iluminó el lugar.
Cada planta, cada animal, cada piedra se tornaron sagrados.
Un orden invisible estaba ahí, dentro y fuera de nosotros.
Me sentí sobrecogido.
El lugar en el cual nos hallábamos los Hermanos y yo era diferente. Se respiraba paz,  nos sentíamos armonizados con la Naturaleza.
Las campanas del Monasterio nos alejaron de nuestro estado venerable. 
Al mediodía, después de la comida intenté escribir esa sensación de orden celestial que los Hermanos y yo pudimos sentir.
No pude escribir nada en ese momento ni después. No sé expresar con la escritura lo que aprecié.
¿Habrá sido lo que mis mayores denominan ORDEN DIVINO?
No lo sé.
Como religioso creo haber tocado por un instante el cielo”.                            

ILUSTRACIÓN: Tres líneas(sergio).