En todo estudio
filosófico, antes o después, nos encontramos con el concepto del RAZONAMIENTO
DE SER, es decir, con ideas que emergen de conceptos mentales capaces de
nivelar la percepción humana.
Como conciencia que
somos despertamos a un razonamiento global animado por el entusiasmo
trascendente. La motivación y la capacidad de concentración se consolidan en la
percepción humana.
Es la sapiencia de DHYANA, o sea, la concentración del
silencio superior, donde practicamos esta modalidad de meditación capaz de transformar la palabra en un medio de comunicación
superior cuyo nombre, en culturas antiguas, es MANTRA. Como palabra venerable o
canto ancestral, el MANTRA concentra lo mejor de cada persona y lo lleva a la
realización de su SER INTERIOR.
La palabra se
transforma en fraternidad y su proyección es la bondad.
¿Meditamos…?
- Nos sentamos.
- Visualizamos el MANTRA (la palabra) ESPACIO, BONDAD…
- Respiramos con suavidad, nos serenamos.
- Repetimos por lo bajo, varias veces, la palabra ESPACIO…, BONDAD…
- Concentramos la atención en el significado de las
palabras ESPACIO…, BONDAD…, Sentimos su fuerza, su significado interior.
- Tengamos presente a lo largo del día estos dos MANTRAS que nos ayudan a ser mejores personas.